miércoles, 18 de septiembre de 2013

Albóndigas de ternera con salsa crema de calabaza

Es un hecho que, al menos en Madrid, el calor poco a poco va dejando paso a un tiempo más puramente otoñal. Los días son más cortos y las temperaturas, muy poco a poco, comienzan a descender. Por esto me voy animando a preparar platos algo más contundentes para la época, y con productos de temporada.

Yo no soy demasiado carnívoro, pero si hay algo que me gusta es la carne de ternera picada en forma de albóndigas. Es algo que me recuerda muchísimo a mi infancia: llegar a casa después del colegio, a la hora de comer, y tener un plato de albóndigas extraordinario, con alguna guarnición como arroz blanco o patatas fritas, era para mí lo mejor que me podía encontrar en la mesa. Unas albóndigas chiquititas, todas del mismo tamaño, y perfectamente jugosas.

El otro día me entró nostalgia "del hogar" y me acordé de mi madre, de mi casa, y de Asturias en general, así que me puse manos a la obra y, aprovechando la compra del mes, me surtí de productos de temporada para preparar unas albóndigas, pero con algunos cambios en la salsa, y es que en lugar de hacer la tradicional con cebolla, tomate, pimientos... me atreví con calabaza y unos estupendos calabacines de la huerta de mis padres. Además, para evitar hacer un plato demasiado calórico, sustituí las patatas por arroz basmati aromatizado con canela.



Albóndigas de ternera con salsa crema de calabaza y arroz basmati

Albóndigas. Ingredientes para 4 personas:
  • 400g de carne de ternera picada (yo pido que me la pique el carnicero)
  • Pan duro o pan de molde (20g)
  • Un vasito de leche
  • 2 dientes de ajo picados muy finos
  • Media cebolla picada muy fina
  • 1 huevo
  • 1 cucharada de yogur griego
  • 1 cucharada de miel
  • 1 cucharadita de canela
  • 1 cucharadita de nuez moscada
  • Harina de trigo integral
  • Aceite de oliva
  • Pimienta negra
  • Sal
Ingredientes para la salsa crema:
  • 100g de calabaza
  • 50g de calabacín
  • Media cebolla
  • 1 puerro (sólo la parte blanca)
  • 2 dientes de ajo
  • 2 vasos de leche
  • 1 vasito de vino blanco
  • 1 cucharadita de nuez moscada
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 1 cucharadita de jengibre
  • Aceite de oliva
En primer lugar vamos a preparar las albóndigas, para que maceren correctamente y se impregnen con todo el sabor de las especias que vamos a utilizar. Para ello ponemos a remojo el pan con la leche, hasta que la haya absorbido. Después, desmenuzamos el pan y lo mezclamos, junto con la carne y el resto de los ingredientes. Dejamos reposar en el frigorífico durante 2 horas como mínimo, en un bol tapado con papel film.

Mientras maceran nuestras albóndigas vamos a preparar la salsa crema de calabaza. Para ello pelamos los ajos, los laminamos y los ponemos a dorar en un cazo grande con un poco de aceite. Cuando estén dorados añadimos la cebolla y el puerro cortados en juliana y dejamos pochar con un poco de sal. Una vez estén listos, añadimos la calabaza y el calabacín cortados en cubitos. Pochamos durante unos minutos y añadimos el vasito de vino blanco. Removemos a fuego medio-alto hasta que haya reducido. Posteriormente, bajamos el fuego a intensidad media, añadimos la leche hasta que cubra los ingredientes y dejamos cocer hasta que pinchemos la calabaza con un palillo y esté tierna, casi que se deshaga. Si vemos que se seca demasiado, añadimos más leche y bajamos un poco la intensidad del fuego. Una vez esté lista la crema, añadimos las especias y trituramos con la batidora hasta que quede una salsa cremosa y sin grumos.

Es el momento de ponernos con las albóndigas. A mí me gusta que no queden muy grandes, así que hago las bolas tomando como medida una cuchara sopera. Para ello, tomo una cucharada, hago una bola, la paso por harina y a freír a una olla con suficiente aceite para que se dore. No queremos que se cocinen del todo, solamente que adquieran una consistencia más o menos sólida y no se deshagan cuando las pongamos a cocer con la salsa. Repetimos el proceso hasta tener todas las albóndigas echas. Una vez se vayan friendo, las sacamos de la olla y las ponemos en un recipiente con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Cuando todas estén fritas, ponemos una olla al fuego con la salsa ya triturada y vamos introduciendo las albóndigas. Tapamos y dejamos que se terminen de hacer junto con la salsa, aproximadamente media hora a fuego medio, para que no se peguen.

Una vez estén listas, servimos como más nos gusten. A mí me encanta acompañarlo de arroz basmati cocido con una rama de canela... ¡queda riquísimo!




Os animo a que lo preparéis, es muy diferente y está de muerte.

¡Abrazos!

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